Claves de la primera definición internacional de sexismo propuesta por el Consejo de Europa
A finales de marzo de este año, los 47 países que conforman el Consejo de Europa aprobaron un documento creado con el objetivo de llegar a un acuerdo en cuanto a la igualdad de género, aspecto central en la protección de los derechos humanos, el funcionamiento de la democracia, así como en el bienestar de todos y todas, tal y como se expresa en el documento.
FUENTE: elle.com |
Este documento surge como respuesta al auge de la concienciación de manifestarse contra el sexismo encarnado en la sociedad actual, a raíz de movimientos como el #MeToo. El objetivo es luchar por la prevención y el combate contra el sexismo, ya que, si no se lucha contra él, lo que viene después es la violencia de género.
El pasado viernes 7 de junio, el Consejo de Ministros de España asumió estas recomendaciones impulsadas por el Consejo de Ministros del Consejo de Europa.
Definición de sexismo
En esta recomendación se ha llegado por primera vez a un acuerdo en cuanto a la definición internacional de sexismo, que, según la traducción de El País, es la siguiente:
“Cualquier
acto, gesto, representación visual, manifestación oral o escrita, práctica o
comportamiento basado en la idea de que una persona o grupo de personas es
inferior por razón de su sexo, en el ámbito público o privado, en línea o en la
vida real”.
La
definición del documento original incluye, además, los propósitos con los que tienen
lugar situaciones de sexismo, siendo estas:
- Violar la dignidad o los derechos de una persona o de un grupo.
- Dañar física, sexual, psicológica o socio-económicamente a una persona o a un grupo de personas.
- Crear un ambiente intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo.
- Crear una barrera en la autonomía y la realización de los derechos de una persona o de un grupo.
- Mantener y reforzar estereotipos de género.
El documento establece que tanto hombre como mujeres pueden ser víctimas del sexismo, y que hay situaciones de especial vulnerabilidad como, por ejemplo, la etnia, la religión o la identidad de género. Además, hay otros casos en los que el sexismo está más presente. Estos son las mujeres jóvenes o que trabajan en ámbitos que son tradicionalmente considerados como masculinos, las mujeres en posiciones de autoridad o personalidades públicas, y también las transexuales.
Y aunque el grado de afectación del sexismo depende de la situación en la que se produzca, también influye que la persona que lo ejerce se encuentre en una posición de poder en cualquiera de los ámbitos en los que ocurre. Otro factor que agrava la situación es la transmisión de estas palabras o acciones sexistas a través de medios de comunicación o redes sociales.
¿Cómo abordar el sexismo?
Según las recomendaciones del Consejo de Europa, el objetivo principal de las medidas y herramientas empleadas es combatir el sexismo a partir de provocar cambios “de comportamiento y culturales a nivel individual, institucional y estructural”. Es decir, el objetivo es solucionar este problema de raíz.
Medidas en la legislación y en la política: se trata de medidas que, sobre todo, condenan el sexismo y “penalizan el discurso sexista”, teniendo en cuenta las situaciones de vulnerabilidad ya mencionadas. También proponen crear una infraestructura pública destinada al empoderamiento de la mujer y fomentar la participación de mujeres que contribuyan a crear un marco de políticas para luchar contra el sexismo. También es importante indemnizar a las víctimas y poner en marcha programas de formación para los profesionales que trabajan con las víctimas y con los que cometen estos delitos.
Medidas en los medios y la publicidad: según este documento, los medios de comunicación han contribuido a fomentar este sexismo a través de la publicidad o la televisión, la cobertura denigrante de, por ejemplo, la vestimenta de las mujeres, la cobertura de roles estereotipados de las mujeres o su representación desequilibrada. Entre las recomendaciones que se proponen, se incluye la de fomentar la participación igualitaria de hombres y mujeres en puestos de decisión o fomentar la difusión de imágenes positivas de mujeres participando en actos deportivos, política…
Medidas en la justicia: el sexismo en la justicia no solo lo sufren las trabajadoras sino también las mujeres que son juzgadas. Según explica el documento, en ocasiones se toman decisiones mal fundamentadas o discriminatorias que, en lugar de basarse en los hechos relevantes, se basan en prejuicios o sesgos intrínsecos. Entre las medidas propuestas, se incluye la formación continua de los miembros de la carrera judicial sobre igualdad de género.
Como se ha mencionado en el comienzo de la información, España ya ha aceptado estas recomendaciones del Consejo de Europa. Ahora solo falta esperar para poder comprobar si estas medidas realmente se llevan a cabo y, finalmente, dan sus frutos.
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